Cuando el cansancio se apoderó de mi por completo, ocurrió
lo mismo que ayer, inclusive el mismo sueño.
Que había sucedido? Era como si mi mente fuera una obra en
construcción. Donde antes existía negrura, había cielo, había noche, había
estrellas, había césped, aunque no de color verde, era una especie de tono
amarronado, igual que el pasto seco y a punto de recibir su ultima dosis de clorofila.
Ese extraño césped estaba ubicado en el lugar de aquel vacío, al lado de cada
cuadro blanco, seria obra de alguien que quería cazarme? Que ocurriría si yo pisaba
aquella hierba? Acaso era una trampa?
Toque levemente con la planta de mi pie izquierdo un
cuadrado de aquel césped para ver si era tierra firme y estable.
Mi pie quedo perfectamente apoyado allí, si que camine
libremente por la zona.
De repente, como por arte de magia y en un abrir y cerrar de
ojos apareció una niebla, ya no me agradaba para nada pero esta no despertaba el
mas mínimo sentimiento en mi así que no le di importancia, igualmente estaba
alerta por cualquier cosa que pudiera pasar.
A lo lejos divise algo en el suelo, me acerque y lo escrute
un buen rato.
Era una suerte de mascara de madera, repleta de lo que parecían
ser arrugas, si esto era algún tipo de planta, diría que estaba desnutrida.
Era del tamaño de mi mano (mi mano era bastante grande, así
que imagínense). Me asuste y me sentí un poco asqueado al ver que empezó a
hablar:
-Hola!- Dijo sonriendo.
-Tu debes ser aquel- Se rió y dejo de hablar unos minutos en
los cuales yo lo miraba, miraba cada detalle, cada pliegue en su rostro, cada
gesto, a la vez que en mi mente, analizaba lo que me había dicho.
Luego irrumpió el silencio:
-Si, estoy seguro que eres tu, apenas te vi me he dado
cuenta, déjame echarte un ultimo vistazo.-
Estaba muy asombrado, no podía hablar, quería pero no lo
lograba, solo miraba “eso” con desconsertación.
-Eres un curioso por lo que noto.- De repente me grito con
una voz tan fuerte que casi me dejo sordo:
-Deja de mirarme, no me gusta para nada!! No te comportes
como todos los demás!!! Dale importancia a lo verdadero y presta atención a lo
que digo y no a mi apariencia.-
Cuando pude hablar, salieron una torpes palabras, no se
porque las dije, quería hacer una pregunta más profunda y seria pero, sentí que
no tuve control de mi cuerpo:
-Qué eres o quién eres tu?- Volvió el silencio unos segundos
y luego:
-Yo, ahora no soy nada ni nadie…Pero si me plantas en algún
cuadrado verde de tu mente podré ser alguien…-
-Pero espera.- Dijo, interrumpiéndose a si mismo.
-Solo tú debes saber donde me encuentro, entiendes? Ve allí.-
Apuntando un cuadro con su boca de anciano. –Entiérrame pero con mi rostro hacia
abajo, así creceré en sentido opuesto a los árboles normales.-
Afirme con mi cabeza y me dirigí a aquel lugar.
-Espera, antes de que me entierres tengo que decirte lo que harás
mañana.-
-Mañana? Osea que soñare
con este lugar mañana también?-
-Oh si, mañana, pasado y puede que por el resto de tu vida
si no haces lo que debes, ahora deja de interrumpirme y escucha!! Mañana traerás
unos cinco litros de agua, levantaras el cuadro de la izquierda de donde me
plantaste, guíate por el norte y por el sentido de las agujas del reloj, cavaras
un pozo y tiraras el agua. Que no se hable más!! Entiérrame.-
-Ah, me olvidaba de decirte que luego de que introduzcas el
agua no vengas conmigo por dos días, luego ven cuando quieras, solo tienes que
levantar la baldosa donde colocaste el agua…Adiós.-
Empecé a cavar.
Cada vez que clavaba mis uñas en aquella ennegrecida tierra
y sacaba un puñado, sentía terribles
dolores en la cabeza, si en donde estaba era mi mente, la tierra seguramente
era mi cerebro, en ese momento me asuste, pero luego seguí sin preocupación alguna,
aunque doliera, no se si me hacia daño, no me importo. Cuantas neuronas habría
matado ya con todo el alcohol y las drogas que había consumido en algunas
fiestas que incluso hay algunas de las que no recuerdo nada.
Por suerte eso ya no me importaba. Que razón tenía hacer eso para luego no recordar?
Cuando termine, ya no había niebla.
Me vino a la mente aquel espejo que había en el “cielo” ayer,
cuando mire, vi que todo lo que era el espejo estaba ocupado por lava.
Recién en ese momento me di cuenta de que estaba sudando
como si estuviera dentro de un sauna, pensé que me evaporaría.
Me desmaye.
Cuando abrí los ojos me di cuenta de que en realidad había
despertado y mi madre, al igual que ayer, a mi lado, estaba preparando un paño
helado con unos hielos.
Al verme despierto se le formo en su rostro una cara de
alivio acompañada de una sonrisa. Me puso el paño en la frente y sus manos en
mi nuca, sonrío de nuevo y partió.
Después de aquel sueño, ver sonreír a mi madre me hizo
volver a la realidad (si es que mi mundo es la “realidad” verdadera).
Tome el valor suficiente y salí al exterior para respirar un
poco de aire fresco.
1 comentario:
Dedicado a Haru,una amiga,feliz cumpleaños,espero te guste tu regalo xD
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